Malena Bonati Zavallo es terapista ocupacional y atiende a V desde que tenía 3 años. Hoy nos cuenta cómo fue su camino en estos tres años de tratamiento y cómo influyó el compromiso de sus papás y la familia extendida.
Soy terapista ocupacional y atiendo niños y niñas en mi consultorio. Si bien me gusta mucho la clínica, también disfruto el acompañamiento a las familias en sesiones de orientación.
Hoy elegí contarles la historia de V, que es también la historia del compromiso de su familia con el tratamiento.
Lo conocí cuando tenía 3 años, cuando su mamá y papá consultaron porque observaban desafíos en la alimentación. En ese momento, V estaba en tratamiento de fonoaudiología y hacía terapia ocupacional con otra profesional.
¿Qué los motivaba a buscar un cambio de TO? Buscaban estrategias para llevar a casa, algo que no estaban recibiendo en ese momento. ¡Querían ser parte activa del proceso!
Por ese entonces, V aún no tenía diagnóstico. Estaba en proceso de evaluación y, al tiempo, les dieron el diagnóstico de TEA.
Un paso a la vez
El primer paso de tratamiento fue entonces conocer a V y a su familia que, desde el principio, se mostró comprometida. Y sobre todo con ganas de aprender: de saber para poder ayudar.
Cuando los conocí, les expliqué que antes de abordar los desafíos en alimentación que los habían traído a la consulta, teníamos que encarar otros desafíos: desafíos fundantes a trabajar antes de comenzar con la alimentación.
V respiraba mal producto de las amígdalas y eso hacía que no descansara bien. Al tiempo lo operaron y eso fue un gran cambio positivo.
Otra cuestión que observé fue que a V le costaban las experiencias nuevas y que la comida era una de las que más lo desafiaba. Entonces deberíamos trabajar motricidad gruesa y fina, y recién después podríamos hacer el abordaje en alimentación.
Así, a medida que V fue conquistando los objetivos con relación a lo motor, fue aceptando nuevos alimentos. Tanto es así que, hoy en día, presenta una alimentación variada.
Camino hacia una alimentación variada
Una de las sugerencias que le di a la familia de V fue siempre seguir ofreciéndole alimentos, ya que había cosas que ya no le ofrecían porque pensaban que no las iba a querer. También trabajamos en la importancia de que compartiera la mesa con la familia, que comieran juntos e incluso que fueran a comprar los ingredientes y cocinaran juntos, aunque fuera algo que él no comería.
De a poco, V fue aceptando nuevos alimentos en su plato junto a lo que sí le gustaba, aunque no los probase. Un día aceptó acercarlos a su boca, olerlos, chuparlos y probar un mini pedacito. Y así, sin prisa, pero sin pausa fue incorporando nuevos alimentos a su dieta. Otra de las sugerencias fue jugar a darle de comer a sus muñecos, tanto con comida de verdad como de juguete.
Claro que seguimos teniendo desafíos por delante y estamos trabajando para sortearlos. El principal sigue siendo poder ayudarlo en las dificultades motoras que aún están. V presenta desafíos en sus praxias, que hacen que a veces sea más rígido y se frustre.
Por mi parte, el gran desafío es poder, justamente, seguir entendiendo cuáles son los de V, para que pueda seguir venciéndolos sesión a sesión.
Una gran familia alrededor
Me gusta contarles el caso de V porque observo una evolución día a día. Lo destacable es que no es un progreso que se dé solamente por el trabajo profesional en las sesiones. V muestra un avance que se debe también al acompañamiento que la familia hace del niño. Y no se trata solamente del acompañamiento de su mamá y su papá sino que incluye también a la familia extendida, a las tías y a las abuelas.
Por eso, hoy quise hablarles de este niño y sus seres queridos. Porque es un claro ejemplo de que, cuando la familia comprende cuáles son los desafíos de su hijo o hija, puede entonces ayudar.
Cuando la familia está comprometida, el cambio es abismal y los objetivos, paso a paso, se van cumpliendo.
Gracias por invitarme a compartir mi experiencia.
Malena Bonati Zavallo
Terapista ocupacional, doula y consejera en lactancia
Mail: malebonati@gmail.com
IG: @malebonati