Los mordillos y los juegos fidget son accesorios esenciales para muchas personas, porque te permiten autorregularte proporcionando la estimulación sensorial que el cuerpo necesita. Pero ¿cómo elegir entre todos los modelos que se ofrecen? Para tomar la decisión correcta, ¡solo necesitás hacerte las preguntas correctas!
¿Quién lo va a usar?
La primera pregunta que debés hacerte es ¿quién será el usuario de este mordillo o fidget? ¿Es un niño, un adolescente, un adulto? Eligí diseños que correspondan con la edad, pero también a sus gustos personales.
¿Para qué?
Fidgets y autismo
Los juegos fidget y los mordillos se pueden utilizar para satisfacer muchos tipos de necesidades. Se trata de herramientas de autorregulación, especialmente para personas con autismo. Esta autorregulación proporciona una respuesta a conductas de autoestimulación. Estos comportamientos son movimientos repetitivos y estereotipados sin ningún propósito aparente. Pueden expresar bienestar, descontento, malestar o incluso dolor físico. En este contexto de uso, los fidget y los mordillos para masticar son herramientas importantes para aprender a autorregularse y funcionar en sociedad en todas las situaciones.
Inquietud y TDAH
Los juegos fidget también son útiles para ayudar a las personas con déficits de atención y concentración, con o sin hiperactividad. Proporcionan una respuesta estructurante a la necesidad de moverse o a una necesidad sensorial concreta que les resulta imprescindible satisfacer para sentirse bien. Podrán utilizar fidgets o masticar un mordillo para implementar estrategias que desarrollen la capacidad de atención y concentración. Por último, los juegos fidget y los mordillos son excelentes calmantes para el estrés siempre que hayamos identificado correctamente la sensación que aportará bienestar al usuario.
Fidgets y estrés
En situaciones estresantes, es común pensar en pelotas antiestrés. Sin embargo, ¡hay muchas otras soluciones! Una vez más, observá el comportamiento del usuario ante una situación estresante. ¿Mueve las piernas u otras partes del cuerpo en movimientos repetidos? ¿O se pone tenso? ¿Muerde las tapas de sus bolígrafos? Dependiendo de las necesidades corporales observadas, te inclinarás hacia la inquietud vestibular (con movimiento), la inquietud táctil, para apretar o los mordillos para masticar. Inquietud con los pies: ¿mueve constantemente los pies y las piernas cuando está sentado? Entonces, probá con las bandas para pies que se fijan a las patas de las sillas. Tanto en el colegio como en casa, los chicos podrán moverse sin molestar a nadie.
Tangle: El Tangle es un excelente juego fidget: su movimiento perpetuo es calmante. Discreto, cabe en cualquier bolsillo y su diseño sin connotaciones infantiles permite su uso en todas las edades.
Juego fidget ardilla para apretar: ¡Dentro de este tronco, hay una ardilla que quiere salir! Nos encanta apretarlo, amasarlo, sentirlos deslizarse entre nuestros dedos.
Punta de lápiz o birome para morder: esta punta se desliza en la punta de los bolígrafos para satisfacer las necesidades de mordida tanto de niños como de adultos. Hay varias resistencias a elegir en función del perfil y necesidades del usuario: media, dura y extradura.
¿Cuál es su preferencia sensorial?
Observá atentamente las sensaciones que prefiere o busca a diario: ¿se muerde habitualmente las mangas o las tapas de las biromes? ¿Está buscando una presión profunda? ¿O tal vez le gusta especialmente hacer girar las cosas?
Además de las preferencias sensoriales, también es importante saber si el usuario también es hipersensible a determinadas sensaciones por las que desarrolló una aversión real. Esto podría ser una aversión táctil, como sentirse pegajoso, viscoso o de ciertos colores.
¿Qué tan fuerte es su fuerza de masticación?
Observe la fuerza de masticación del usuario si tenés que comprar un mordillo o un juego fidget. ¿Deja marcas profundas de dientes en todo lo que muerde? Todos los mordillos ARK existen en varias resistencias para corresponder con mayor precisión a las necesidades personalizadas de cada persona.
Sin embargo, tené cuidado de no optar por una resistencia demasiado dura, creyendo que esto permitirá que el producto dure más. Es preferible medir la resistencia lo más fielmente posible a los hábitos de cada persona para poder proporcionar una estimulación calibrada. Si el producto es demasiado duro para las necesidades del usuario, no le gustará usarlo.
El fenómeno del desgaste es absolutamente normal. Cuando el mordillo o el juego fidget tiene marcas de dientes demasiado visibles, ¡hay que cambiarlo antes de que se desmorone!
¿Cuáles son sus hábitos de masticación?
Observá al usuario mientras mastica. ¿Utiliza sus incisivos? ¿Sus molares? Eligí objetos para masticar según su forma y grosor.
Y vos, ¿qué juego fidget o mordillo se adapta mejor a tus necesidades? ¡No dudes en compartir con nosotros tus soluciones que puedan ayudar a otros padres en la misma situación.
