Existen distintos recursos que pueden ayudarnos a la hora de comer. Hoy, te contamos para qué sirve el plato siliconado y qué beneficios tiene sobre todo para chicos con autismo, parálisis cerebral y otros diagnósticos.
La hora de comer puede ser un desafío para chicos y grandes. Y cuando se trata de chicos con discapacidad, algunos productos de apoyo pueden ser de gran ayuda para favorecer ese momento, reducir la selectividad alimentaria y evitar que la comida se caiga con plato y todo.
De la gran variedad de productos que existen para ayudarnos a la hora de comer, hoy nos vamos a centrar en el plato siliconado. Se trata de un mantel + plato realizado en silicona, todo en una sola pieza. En nuestra tienda, lo tenemos en dos tamaños, uno pequeño y otro mediano
Los principales beneficios de estos platos siliconados son los siguientes:
- Son superadhesivos y se pegan a la mesa (y a mesitas de cochecitos y sillitas de comer), de modo que podemos evitar que se muevan o vayan a parar al piso. Así, son grandes aliados de los chicos con dificultades motrices, que podrán ganar autonomía a la hora de comer, así como ejercitar la motricidad fina y disfrutar ese momento del día de manera más práctica y segura. Una de las ventajas de este producto es que los chicos pueden tomarse del mat para estabilizarse y comer con su mano dominante.
- No hacen ruido ni tienen olor, lo que los vuelve ideales para quienes tienen desorden sensorial. Usar vajilla de silicona puede ayudarnos a reducir los ruidos del entorno que producen una sobrecarga sensorial, por ejemplo, en chicos con autismo.
- Tienen una sensación agradable al tacto, que puede resultar calmante, suave y fresca para muchos. De esta manera, permiten una pausa sensorial para quienes tienen sensibilidad táctil.
Estrategias para un ambiente tranquilo
Más allá de las ventajas que los platos siliconados pueden brindarnos, a la hora de comer hay algunas estrategias que podemos poner en práctica. Te dejamos algunas ideas que pueden ser especialmente útiles para chicos con autismo:
- Reducir el uso de aparatos ruidosos (batidora, microondas, aspiradora, etc.) y otros ruidos molestos (como el timbre, teléfono o portazos).
- Al salir a comer afuera, evitar restaurantes con mucha gente o música a todo volumen.
- Probar usar reductores de sonidos o gorros que cubran los oídos.
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