Los terapistas ocupacionales especializados en Integración Sensorial, suelen buscar herramientas que puedan ayudar a niños y niñas con desafíos en su desarrollo. Una de estas herramientas es el almohadón sensorial vibrante, un dispositivo simple pero efectivo que puede tener un impacto significativo en el bienestar de muchas personas. Te compartimos algunos conceptos clave sobre qué es la integración sensorial, cómo funciona este almohadón y en qué situaciones puede ser útil.
¿Qué es la Integración Sensorial?
La Integración Sensorial es el proceso por el cual nuestro sistema nervioso recibe, organiza e interpreta la información sensorial de nuestro cuerpo y del entorno. Cuando este proceso funciona correctamente, podemos responder adecuadamente a los estímulos que nos rodean. Sin embargo, algunas personas, especialmente niños con desafíoíos en su desarrollo o del espectro autista, pueden tener dificultades para procesar esta información sensorial, lo que puede llevar a problemas de comportamiento, aprendizaje o en la vida cotidiana.
Usos del almohadón con vibración en la Integración Sensorial
Aquí van los principales usos de esta herramienta:
- Proporcionar input propioceptivo: La vibración estimula los receptores propioceptivos en los músculos y articulaciones. Esto ayuda al cerebro a tener una mejor conciencia de la posición del cuerpo en el espacio, lo que puede mejorar la coordinación y el control postural.
- Regulación del sistema nervioso: La vibración constante y rítmica puede tener un efecto calmante en el sistema nervioso. Esto es especialmente útil para niños que están sobre-estimulados o ansiosos, ayudándoles a alcanzar un estado de alerta más óptimo.
- Mejorar la atención y concentración: Para algunos niños, especialmente aquellos con déficit de atención, la estimulación sensorial adicional proporcionada por la vibración puede ayudarles a mantenerse enfocados en tareas.
- Desensibilización táctil: En niños que son hipersensibles al tacto, el uso gradual y controlado de la vibración puede ayudar a desensibilizar su sistema táctil, potenciando la tolerancia a diferentes tipos de input sensorial. El almohadón tiene una funda suave con círculos en sobre relieve proporcionando un agradable input sensorial.
- Aumentar la conciencia corporal: La vibración puede ayudar a los niños a ser más conscientes de diferentes partes de su cuerpo, lo cual es fundamental para el desarrollo de habilidades motoras y la planificación del movimiento.
- Preparación para actividades motoras: Usar el almohadón vibratorio antes de actividades que requieren control motor fino o grueso puede ayudar a “despertar” el sistema propioceptivo, preparando al niño para un mejor desempeño.
- Facilitar las transiciones: La vibración puede usarse como una señal sensorial para marcar transiciones entre actividades, lo cual es especialmente útil para niños que tienen dificultades con los cambios en la rutina.
- Promover la autorregulación: Al enseñar a los niños a reconocer cuándo necesitan input vibratorio y cómo usarlo, se les está dando una herramienta para autorregularse, lo cual es una habilidad crucial para el desarrollo.
¿Cuándo y cómo utilizar el almohadón vibrante?
Como profesional en Integración Sensorial, recomiendo el uso de este almohadón en las siguientes situaciones:
- Durante momentos de estrés o ansiedad: La vibración suave y la textura agradable pueden ayudar a calmar el sistema nervioso, sobre todo previo al sueño.
- Para mejorar la concentración: Algunos niños se benefician de la estimulación sensorial adicional para mantenerse enfocados en tareas escolares o de otro tipo.
- Puede ser utilizado en momentos específicos del día, para proporcionar input sensorial programado.
- Durante transiciones difíciles: Puede ayudar a suavizar cambios en la rutina que pueden ser estresantes para algunos niños.
- Para la autorregulación: Enseñar a los niños a usar el almohadón cuando sienten que necesitan calmarse puede ser una valiosa herramienta de autorregulación.
Importante tener en cuenta
Es importante recordar que cada persona es única y puede responder de manera diferente a la estimulación sensorial. Siempre, consultá con el profesional a cargo del tratamiento para desarrollar un plan personalizado que se adapte a las necesidades específicas de cada niño o niña.