Arranca el año y con él la llegada de las vacaciones y su carga de fuertes estímulos sensoriales: reuniones sociales, viajes cortos o largos, lugares y texturas nuevas, ruidos extraños en algún paseo divertido. Como mamá me preocupa ayudar a que mi hija y toda la familia disfrute de los planes que organizamos. Entonces la búsqueda de estrategias posibles para controlar momentos estresantes se vuelve sumamente importante. Aqui les comparto algunas ideas para armar tu propio kit de emergencias.
Un kit de emergencia con herramientas de calma puede ayudar en situaciones abrumadoras y para que sea mas efectivo podés armar mas de una opción dependiendo a dónde van y cuánto tiempo estarán afuera. Fijate si estas opciones pueden ayudarte:
Kit de emergencia para eventos o viajes cortos
camino a un negocio o a un evento de corto tiempo podés tener en tu cartera o bolsillo un pequeño estuche de maquillaje enrollable que contenga pequeñas herramientas sensoriales separadas unas de otras. Por ejemplo con estos elementos:
– auriculares plegables o tapones para los oídos para ayudar a que el ruido sea menos abrumador
– post it adhesivos para colocar en los sensores para inodoros automáticos y secadores de manos.
– una pequeña crema para manos o labial perfumado para calmar la necesidad de “oler”
– alguna pelota chica anti estrés o masa perfumada
– chicle, mordillo colgante o algún snack masticable y crujiente.
Kit de emergencia para salidas largas o viaje de vacaciones
Si el viaje es mas largo o el tiempo de exposición a estímulos intensos se prolonga sería conveniente que el kit esté más abastecido. Una caja plástica con muchos compartimientos y con asa, es ideal para transportar y para resistir golpes en el camino. A los chicos les gusta clasificar los objetos dentro de sus pequeños espacios y además la podés comprar en ferreterías o negocios que ofrecen envases plásticos.
Esta caja puede llevar los elementos del kit de viaje corto y algunos otros artículos más grandes como:
– auriculares reductores de sonido para reducir el ruido del tráfico.
– anteojos de sol y/o persianas para reducir la luz.
– un timer para ayudar con las transiciones y las esperas
– una almohadilla de peso pequeña o un animal con peso para el regazo para proporcionar presión relajante.
– plastilina o masa
– un instrumento musical pequeño tipo maraca o raspador
– un libro que sepas que le gusta mucho
– un libro para pintar y marcadores
– un laberinto de peso
Siempre recordá que tener a mano estos kit de emergencia es una opción muchísimo mejor a que queden atrapados en la pantalla del celular. Si le agregas aquellos juegos que sabés le gustan mucho, intentá que el kit no esté a libre disposición sino que cada vez que se lo des para jugar, lo viva como una experiencia diferente, única.
Un kit de emergencia es solo una forma de ayudarlo/a a manejar la sobrecarga sensorial. Hay muchas otras estrategias que podés probar.
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