Dice el dedo que le dijo la mano que le dijo el brazo que le dijo el cerebro que hay que organizarse: ¡Vamos a escribir! Es que escribir no es cuestión de usar los dedos para tomar el lápiz únicamente. En este proceso interviene una serie de diferentes órdenes para el cuerpo, que tienen que ver con la postura de la espalda y la cabeza, la coordinación del ojo y la mano, el control de los dedos y la pinza de escritura, noción del espacio, entre otras.
El de la escritura es un largo recorrido, que comienza con los primeros trazos, los garabatos, avanza hacia dibujos más elaborados y recién luego llega a la escritura formal. En el camino, los chicos pueden experimentar con diferentes materiales para comenzar a afianzarse en esta aventura que requiere gran entrenamiento.
A continuación, te presentamos algunas ideas para estimular y acompañar a tu hijo en su aprendizaje:
- Los dedos como pincel. Para empezar, los chicos pueden pintar con los dedos usando témperas y plasticolas, que son atóxicas y, en general, fáciles de lavar. Animalo a que haga trazos mojando su dedo en la pintura, también podés mostrarle cómo dejar la huella de su palma sobre el papel. Si querés lograr diferentes texturas, mezclá otros elementos en la témpera, como harina o polenta.
- Usá distintos materiales para pintar o dibujar. Además de los tradicionales lápices y marcadores, tené en cuenta los crayones, ceras plásticas y tizas, que suelen ser más blandos. Una buena opción para comenzar a estimular la motricidad fina son los crayones tipo roca: tienen la forma de una pequeña piedra y son más manipulables que un crayón común.
- Cualquier lápiz se vuelve gordo. Para favorecer el agarre al dibujar o escribir, una buena ayuda pueden ser los grips, que se calzan en los lápices o marcadores. Estos accesorios vienen en diferentes formas, tamaños y materiales y también los hay ergonómicos para dirigir con precisión la postura de los dedos.
- Los más variados lienzos. Como base para el dibujo, probá diferentes colores y materiales. En papel, vas a encontrar muchas opciones de tonalidades, tamaños y espesores: desde las hojas de colores a las cartulinas, cartones y papel afiche. Y si vas a trabajar con tiza, por ejemplo, no olvides que además de los papeles, podés usar pizarras o escribir sobre el piso de cemento, en este sentido la tiza es genial porque es súper lavable, ideal para patios y terrazas.
Probá alguna de estas sugerencias, contanos cómo te fue y compartí tus ideas para que otros chicos las prueben. ¡Que te diviertas!