Desde mantas y chalecos con peso a ropa de compresión, hay distintos accesorios que contribuyen a la modulación de la conducta, la concentración y hasta el buen descanso. Te contamos de qué se tratan, cómo y cuándo usarlos.
A menudo, en Zona de Sentidos recibimos consultas sobre la ropa de compresión y los chalequitos y mantas de peso. ¿Para qué sirven? ¿Cómo se usan? ¿Durante cuánto tiempo? Hoy vamos a esclarecer algunas dudas y compartir consejos sobre estos accesorios que favorecen la modulación de la conducta al actuar sobre los sistemas propioceptivo y vestibular.
¿Qué son el sistema propioceptivo y el sistema vestibular?
Mientras que el sistema propioceptivo es el que recibe la información sobre la posición y el movimiento de las partes del cuerpo entre sí y en relación con su base de soporte, el sistema vestibular se vincula con el equilibrio y el control espacial.
Ambos son reguladores de la conducta y nos ayudan en momentos de alta presión, ya que gracias a ellos podemos activar nuestro sistema parasimpático y llegar a un estado de calma y relajación. También necesario para favorecer la concentración y desempeñar nuestras rutinas diarias.
Muchas personas, como quienes tienen autismo o trastornos generalizados del desarrollo por ejemplo, necesitan ayuda para regular estos sistemas y así poder relajarse, descansar, prestar atención en clase y tantas otras situaciones cotidianas. Para ello, podemos valernos de accesorios como las mantas de peso, chalecos de peso y ropa de compresión.
Ayuditas para modularse: mantas y chalecos de peso; sábanas, remeras y calzas de compresión
Como decíamos, hay varias opciones. Sin embargo, en todos los casos SIEMPRE es fundamental consultar a un terapista ocupacional formado en integración sensorial que nos indique si debemos usar alguno de estos elementos, cómo y durante cuánto tiempo hacerlo.
Hecha esa importante aclaración, te contamos en qué consisten algunas de las opciones disponibles, diferentes accesorios que actúan sobre los sistemas propioceptivo y vestibular y brindan ayuda para la modulación de la conducta.
Mantas de peso. Están confeccionadas con materiales suaves y resistentes, y en su interior cuentan con perlas plásticas atóxicas e hipoalergénicas. Su peso estimula la producción del neurotransmisor de la serotonina, que ayuda a lograr la calma y a disminuir el estrés o la ansiedad. Los terapistas suelen recomendarlas a partir de los 3 años.
Podemos utilizarlas para que los chicos duerman mejor, pero también para actividades en las que tienen que estar quietos, como mirar la tele, ir al dentista o cortarse el pelo. Podés saber más sobre las mantas de peso acá o leyendo esta columna de María Rosa Nico, magíster y terapista ocupacional.
Chalecos de peso. Estos chalequitos tienen varios compartimentos donde se colocan bolsitas de peso. Pueden ayudar a aumentar el nivel de concentración y reducir la ansiedad. ¿Cuánto peso y en qué momentos del día usarlos? No todos los chicos los necesitan en el mismo momento ni por la misma cantidad de tiempo. El terapista te indicará cuánto y cómo usarlo. Podés seguir leyendo sobre este producto y ver algunos ejemplos de uso acá o consultar la entrevista a Julia Bracco, terapista ocupacional con formación en integración sensorial con quien hablamos sobre este tema
Ropa de compresión. Por un lado, tenemos las remeras y calzas, que son prendas ajustadas que se usan debajo de la ropa habitual y fueron confeccionadas para tal fin. Permiten a quien las viste tener la información que requiere su sistema sensorial para enfocarse y completar sus tareas cotidianas. Por otra parte, también tenemos sábanas de compresión, que son como una funda de almohada gigante que se coloca sobre el colchón para brindar un abrazo relajante a los niños que necesitan una presión adicional para alcanzar el sueño (bajo supervisión de un adulto, suele indicarse a partir de los 5 años, nunca en bebés o chicos más chiquitos). Podés leer más sobre estas prendas acá
Esperamos que esta información te haya resultado interesante y útil. ¿Ya conocías estos productos? ¿Probaste alguno? Dejanos un comentario con tu experiencia o escribinos a info@zonadesentidos.com