No siempre es fácil responder con empatía en el aula y más aún, cuando hay niños/as integrados/as con desafíos de comunicación o que les cuesta prestar atención a las consignas por seguir.
Pero cuando la maestra demuestra al alumno/a que entiende y respeta sus necesidades, construyen una relación de confianza mutua. Porque tener empatía implica comprender lo que el/a niño/a necesita del docente y no lo que creemos que necesita.
Desde Zona de Sentidos proponemos estos tips para mejorar el vínculo con el/la niño/a y su desempeño dentro del aula:
Preguntá
no asumas que sabés como se siente. Es importante estar atento a las señales no verbales para comprender como se siente y a la vez, preguntale que necesita para que pueda compartir lo que piensa sin sentir que ya evaluaste la situación.
Dejá de lado tu propia opinión
responder con empatía significa dejar que las reacciones de los/as alumnos/as sean lo primero. No tenés que ocultar tus propios sentimientos o aceptar su comportamiento, pero siempre es bueno concentrarte en escucharlos/as y ver la situación a través de sus ojos.
Mantené una escucha activa
Prestar toda tu atención y escuchar tanto las palabras como el tono de su voz. Una herramienta que suele ser últil es pensar y decir con tus propias palabras lo que crees haber escuchado. Después confirmalo preguntándole “¿Esto me querés decir?”. Esa simple pregunta ofrece una oportunidad para corregir cualquier malentendido y mostrás interés por sus sentimientos y su perspectiva. Los tiempos en el aula son tiranos pero no busques arreglar la situación rápidamente, a veces es mucho más productivo para todo el grupo simplemente escuchar y comprender lo que está mal. A veces salen cosas lindas entre todos.
Validá sentimientos
Decirle que tiene derecho a sentirse como se siente. Es posible que no estés de acuerdo con su elección o incluso que pienses que está exagerando, pero es importante reconocer que la forma en que se siente es real para el/ella. Podés decir: “los sentimientos no son correctos o incorrectos” como una forma de mostrar respeto por cómo se siente.
Evitá echar culpas
Intentá hablar desde “yo” en lugar de “vos”, por ejemplo, si decís “distrajiste a tus compañeros en clase hoy” pone al niño a la defensiva. Intentá convertir el mismo pensamiento en una frase que hable desde el “yo”, como por ejemplo “me pareció que otros chicos estaban distraídos por tu comportamiento en clase”. Las frases desde “yo” te permiten hablar sobre situaciones sin culpar y a la vez, permite reconocer sus propios sentimientos y alentar a los alumnos a considerar sus emociones.
Al utilizar estas técnicas, mostrás a los/as alumnos/as que tenés ganas de comprenderlos mejor y valorarlos como individuos.
¿Qué otras herramientas usan ustedes para mostrar empatía?
Cuánto nos cuesta a veces, ¿no?
¡Los leemos!